SOS ecológico desde Las Cruces. No dejemos que muera Santuario de la Naturaleza.

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La Laguna El Peral, ubicada en  la comuna de El Tabo, está contaminada y prácticamente seca en más del 30 por ciento de su extensión;  sus aguas ya no se observan como un brillante y cristalino espejo azul sino que están de color café, huelen mal, su vegetación ribereña ya no es la misma,  sus cisnes tal vez han muerto o emigraron al igual que las aves que nidifican aquí todos los años. Por Mirenchu Pinto, (Myriam Carmen Pinto), en Las Cruces, El Tabo.

En Chile un nuevo desastre ecológico y tragedia afecta a un ecosistema de biodiversidad natural calificado en la categoría Santuario de la Naturaleza.

Se denomina Santuarios de la Naturaleza a todos aquellos sitios terrestres o marinos que ofrezcan posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, o que posean formaciones naturales, cuya conservación sea de interés para la ciencia o para el Estado. La calificación la otorga el Consejo de Monumentos del Ministerio de Bienes Nacionales.

Autoridades municipales, regionales y de la Corporación Nacional Forestal, CONAF,  han expresado su preocupación y tomado carta sobre el asunto. Un reciente estudio y análisis de las aguas arroja la presencia de coliformes fecales. Por ello se considera como causal – en primera instancia – las potenciales descargas de ductos ilegales de aguas servidas, afectándose el nivel de oxigenación de las aguas, la muerte de las algas y la putrefacción de estas.

También se estudia en las muestras de agua, la aparición de otros organismos que aún se investigan e incluso la posibilidad de detectar vertidos químicos, fertilizantes o pesticidas.

En el diagnóstico inicial se considera la sequía que afecta a la región y a la zona centro del país,  pero lo cierto es que las aguas  de la laguna han bajado su nivel, convirtiéndose en un pequeño humedal sin avifauna, episodio que nunca antes se había registrado, pese a similares temporadas de escasez hídrica.

El Santuario «Laguna El Peral» era hábitat de más de 96 especies de aves, en su mayoría  acuáticas. Las especies más comunes  que anidaban eran los cisnes de cuello negro,  garzas, gaviotas y específicamente la gaviota Franklin, que llega, desde el hemisferio norte, en bandadas de hasta 2 mil individuos.

Un poco antes del inicio de la temporada de verano,  aún era posible observar la belleza escénica de la laguna; su biodiversidad y avifauna se apreciaba desde todo el entorno y miradores. Al cabo de un par de meses,  el verano del 2012 se cierra con un triste espectáculo de aguas contaminadas, malos olores y desolación; las aves ya no  disponen de este refugio y  las aguas del humendal se reducen cada día más y más.

Vecinos plantean un llamado urgente a las autoridades locales y regionales, a la Corporación Nacional Forestal, CONAF, organismo gubernamental encargado del cuidado y mantención del santuario, al Ministerio del Medio Ambiente, parlamentarios de la región y a las organizaciones ambientalistas y ecologistas. No dejemos que muera un Santuario de la Naturaleza; la comunidad  exije conocer las causas de lo ocurrido y establecer responsabilidades, exije la más pronta intervención y solución para recuperar y conservar este ecosistema costero de la región de Valparaíso.

Nota de la edición. La fotografía es de propiedad de CONAF y fue tomada antes del problema que afecta a este ecosistema en riesgo.

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