Constitución, terremoto 2010, CHILE.
Fotografía de Iván Alvarado, poco después de que el mar arrasara la localidad Constitución en la región del Maule, tras el terremoto 8.8 de febrero de 2010. Su historia y las razones que explican por qué esta imagen no había sido difundida es tan conmovedora como la escena en sí misma que en ella se representa.
A continuación lo cuenta con sus propias palabras:
“Tómame la foto con mi perro, me dijo el sobreviviente. La tomé como si me lo hubieran ordenado y vi en su rostro que estaba pasando por un dolor tremendo.
Luego, me dijo perdí mi hogar, el mar se llevó a mi esposa y a mi hijo y él es todo lo que me queda. No puedo dejar al perro aquí. Era de mi hijo.
A continuación, haciendo una pausa, dice que e encontró a su esposa con vida, pero insiste en que su niño aún no aparece…
Antes de que terminara de hablar, bajé mi cámara y comencé a llorar. Luego, caminé con él, pensando en qué decirle para atenuar su sufrimiento, pero sólo hubo silencio».
La razón por sobre la emoción
Esta fotografía no fue dada a conocer en la oportunidad debido a su problema técnico. Su autor menciona que la concepción de lo que hace un buen trabajo, la estética, las capas de la composición y el enfoque o la falta de él, son las las razones para no elegirla y no publicarla y por ello no circula en medios de comunicación ni red alguna.
Su autor la guardó para sí mismo, no obstante nunca la olvidó, observándola una y otra vez. En este pasar, fue cuando se percata, tiempo después y con el paso de los meses, el sentido de la tristeza que aquí se revela y expresa el rostro del hombre que lleva en sus brazos a su mascota, que también muestra una suerte de entrega al sea lo que sea y donde sea que lo lleven; la fragilidad de la vida en un entorno desolador.
Pese a sus defectos, la imagen igualmente trasmite un mensaje de dolor, tragedia y devastación.
Convencido de ello y borrando de un plumazo los frenos y parámetros técnicos, el fotógrafo decide finalmente darla a conocer:
«Culpo a la razón por imponerse a la emoción. Técnicamente la fotografía no es buena, pero modestia aparte, creo que es la mejor foto que he tomado. Hoy, me queda claro que al editar una historia no siempre mostramos todo lo que vemos y que nunca terminamos de aprender durante el proceso. Me cuesta creer que nunca nos volvimos a encontrar mientras recorríamos las mismas calles porque, eventualmente, después tomé conocimiento, pudo hallar a su hijo».
La foto de este hombre y su perro es la imagen del terremoto que quedó marcada en la mente de este fotógrafo entre sus 3.645 fotos que registran la tragedia chilena.
La fotografía fue premiada por la agencia Reuters y está incluida entre las más impactantes del año 2010.
Revista GritoGRAFIAS en Red.
