Mauricio Hernández Norambuena, (Comandante Ramiro), el alto dirigente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), que fue encarcelado en la cárcel de Alta Seguridad (CAS) por el crimen de Jaime Guzmán (senador, abogado constitucionalista) y el secuestro de Cristián Edwards (hijo de Agustín Edwards, propietario del diario El Mercurio), y que en 1996, junto a tres frentistas, sorprendiera al mundo al escaparse de la prisión, sujetándose en una canasta de tela atada con una cuerda a un helicóptero, rompe poco a poco su aislamiento y total incomunicación. Una serie de cartas que ha logrado sacar de los barrotes han llegado a las manos de sus familiares, compañeros y amigos; una suerte de relativa socialización que da cuenta que pese a casi 20 años de prisión no se ha quebrado ni derrotado.
En 1993, tras la operación de escape conocida como «Vuelo de la Justicia» y o también «Fuga del Siglo», no se supo más de él hasta que en 2002 lo detienen en Brasil por el secuestro del empresario y publicista, Washington Olivetto, recibiendo una condena de 30 años de prisión.
Cumpliendo prácticamente 17 años de prisión bajo condiciones de total aislamiento e incomunicación, a mediados de 2019, dando respuesta al gobierno de Chile lo extraditan a Santiago para cumplir su condena pendiente que esta vez se fija en 30 años de cárcel. Hoy por hoy, se encuentra en la misma prisión de alta seguridad de la que se fugó en 1996, es decir 23 años antes.
El «Comandante Ramiro» es uno de los líderes más influyentes al interior del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), la organización que durante la década de los ochenta luchó política y militarmente contra la dictadura militar. Tras el retorno a la democracia, el dirigente formó parte del grupo que decide su continuidad y, entre otras políticas, enfrentar la impunidad con sus propias manos mediante ajusticiamientos para no dejar en el abandono a sus compañeros caídos.
A más de 40 años de los hechos, sus compañeros no lo han olvidado ni dejado solo. Numerosas campañas nacionales e internacionales se han levantado por su libertad y para romper su condición de aislamiento. Luego de estudiar su caso y visitarlo, una comisión del Colegio Médico emitió un informe en el cual concluye que el trato que le han dado puede reconocerse como una forma cruel, inhumana y degradante. Por casi 17 años fue vigilado por un gendarme durante las 24 horas del día, pasaba sus días en una pequeña celda con luz artificial día y noche y en Brasil incluso lo trasladaban de prisión en prisión por según decían razones de seguridad. En abril de 2020, la justicia instruye el fin de su aislamiento e incomunicación.
En el marco de las protestas en torno a la revuelta social de octubre, hemos visto su nombre en rayados, murales, pancartas y ha recibido muchos mensajes y notas solidarias. A continuación, reproducimos tres cartas en que las que se pronuncia respecto del escenario político y social en el Chile de hoy, mencionando en una de ellas que fue parte de la Primera Línea que luchó contra la dictadura militar.
«La sorpresa y el asombro me roban las palabras, las empequeñecen las potentes imágenes de la protesta social, imágenes que despiertan diversas emociones y también reminiscencias de otras rebeldías y luchas, pero de un mismo sueño de justicia social. Desde este minúsculo rincón, solo puedo ser espectador, no por opción sino por sentencia, y además sonrío sí es que intento comprender la nueva realidad que ustedes han instalado con tanta convicción, donde la rabia ha reemplazado los miedos y ese vendaval de demandas sociales y políticas ha descolocado totalmente a las élites. Veo que éstas se apresuran a abrir sus billeteras para acallar el grito ensordecedor que exige no más abuso; o sea, respeto a su dignidad. Sin embargo, las élites tan distantes de la calle y demasiado apegadas a su riqueza material, no entienden todavía que, si bien la mejora material en la vida del pueblo es necesaria y urgente, la dignidad de las personas es más importante. Es conmovedor y gratificante observar las calles de nuestro país tomadas con alegría y determinación, más aún frente a la represión hambrienta de mutilar o acaso de matar, sobre todo a esa juventud combatiente que dijo basta. El pueblo en la calle ha asumido su soberanía y se multiplican las asambleas, para encontrarse, compartir, dialogar y definir qué país queremos. Ustedes han aquilatado su poder rápidamente, el poder del pueblo movilizado, “ha llegado la hora del cabildo y no se ha de escuchar más que su voz”.
Veo el desconcierto y el temor de las élites ante éste nuevo escenario, un día desbordan humildad, otro empatía, y a diario consultan a sus intelectuales orgánicos para que descifren el panorama pero todo en vano hasta hoy, solo palos de ciego. Una vez más la realidad continúa teniendo más imaginación que los hombres. En los últimos días se ha instalado el discurso del empate por parte de un sector de la clase política, ‘todos somos responsables’, ‘no hay izquierda ni derecha’, ‘todos queremos lo mismo’, democracia, igualdad, etc…
Luego que el mantra inicial de la criminalización de la protesta social fracasó. El discurso de los ‘violentistas’, ‘vándalos’ y ‘delincuentes’ (no nos recuerda aquel tirano?) dio paso al discurso de ‘la legítima manifestación pacífica’… Éste travestismo retórico intenta salvar algo de credibilidad, pero todos sabemos muy bien qué sectores políticos han sido y son más afines y defensores a ultranza del actual modelo neoliberal, modelo que reproduce la desigualdad y que está protegido por la constitución (Pinochet-UDI-Concertación) para impedir su cambio. La sabiduría del pueblo ejerciendo su soberanía con los cabildos desplegados en todo el país, se manifiesta cuando se multiplican sus voces que señalan como prioritario y fundamental generar una nueva Constitución. El futuro ya no está cerrado, lo abrieron los estudiantes secundarios con su audacia y creatividad. Gracias por darnos esta esperanza y comenzar a elevar la dignidad de Chile. Ese futuro lo continúa ensanchando el pueblo participando en los diálogos y debates colectivos y fraternos, en las marchas, pero también y por sobre todo los muertos, los heridos, los torturados y los detenidos abonan la seriedad de este camina.
¡Abrazos y estamos juntos!
Ramiro – Prisión Política – Stgo – 28 de octubre 2019
«Recibí hace unos días muchos saludos y abrazos, poesías y canciones, es decir, calor humano, desde Arica a la Patagonia, por mis 62 años. Pudo ser cualquier otra fecha conmemorativa de la lucha popular para ese fraterno abrazo que me enviaron. Me ha provocado una explosión de emociones el poder escuchar sus voces, mirar sus rostros, y sentir esa complicidad de sueños compartidos. Más todavía cuando vivimos días complejos, difíciles y tenemos que ayudarnos entre nosotros de ese virus letal se abrió un paréntesis en la protesta social producto de la pandemia, y deberíamos estar mejor organizados cuando regrese. Ya sabemos cómo se preparan las élites para el conflicto social futuro, dónde usarán el virus como instrumento político. Nunca han tenido escrúpulos!
Me alegró conocerlos a unos, y otros reencontrarlos. Yo estoy firme y mi aguante es por siempre. Ustedes me dan fuerza, nuestros caídos me dan fuerza, nuestra historia me da fuerza. Desde esta trinchera estoy junto a ustedes en la lucha por los cambios para un mundo más justo».
Abrazos!
Mauricio o Ramiro – Mayo 2020 / Prisión – STGO
PD: “ En busca de un sueño, de bella locura. En busca de un sueño que mata y que cura».
(Silvio – “En busca de un Sueño”)
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Carta Abierta al Rodriguismo
“De verdad que siento amor por cualquier pueblo rebelde que rompe los vidrios de este orden mundial de la muerte, es un amor hermano, de clase, de abajo, humano. No creo que te enseñen eso en la escuela, o en la tele, el amor insurrecto, el fuego, la digna rabia, cultivo ese amor, lo protejo…” A. Carminati.
«Es la misma lucha contra la tiranía, la del capital, es lo que enfrentamos estos años, la tiranía pone su violencia invisible, silenciosa, cotidiana. Una violencia que duela más porque golpea el alma, humilla y arrebata la dignidad. Esta realidad de inequidades y desesperanza ha quedado atrás, porque el pueblo, y en particular su juventud, ha dicho basta el 18 de octubre pasado.
Nuestra memoria también ha sido sacudida y nos convoca hoy a ser parte de las luchas de este presente. El rodriguismo es referencia histórica de la lucha popular donde el fantasma de nuestro José Miguel recorre las paredes de las calles insurrectas de este país.
Entendiendo que los procesos históricos no se detienen, la rebelión actual es continuidad de las luchas del siglo pasado, donde las batallas más recientes fueron en los años de dictadura y últimamente la justa y libertaria lucha de los comuneros mapuche, y todo ello nos impele hoy a aunar fuerzas desde la identidad rodriguista para aportar en los espacios posibles con nuestra experiencia y voluntad al movimiento social en lucha. Quienes reivindicamos lo que fuimos podemos escuchar el grito de la calle – y de los bosques del sur – con la mirada limpia. No solo quienes habitamos esta delgada franja de tierra, sino también la diáspora rodriguista en otras latitudes.
No olvidemos tampoco que en los duros años de lucha contra la dictadura nosotros éramos la primera línea, en el sentido de la autodefensa popular cuando asumíamos el rol de brazo armado del pueblo, hoy los “capuchas” juegan ese rol de legítima autodefensa de la lucha callejera. Es evidente que hoy el contexto histórico es otro, pero las causas de la revuelta son las mismas, las formas también son otras, pero la rabia es la misma, sobre todo ante una represión que mutila y mata en absoluta impunidad a nuestro pueblo que demanda una vida digna.
Hermanxs, con mucha convicción les digo que el futuro es hoy!
Abrazos! Ramiro – Prisión. Santiago de Chile. (A 5 meses)
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Myriam Carmen Pinto. Gritografias, mayo 2020 Serie solidaria “Líneas de la Primera Línea”; recopilación y publicación de cartas y mensajes referidos a la protesta social en Chile. Recepción testimonios mirenchupinto@gmail.com