Luis Weinstein, militante y animador del coraje de ser

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Es médico psiquiatra, pero no hace terapias en el clásico sillón de una consulta o de una clínica. Y es que preocupado de cada cual, de cada uno, de todos, de la gente, su entorno y comunidad, ha optado ir él mismo en búsqueda y encuentro con la gente, con cada una y con todos y todas, construyendo y aplicando sobre esa misma marcha una propuesta de promoción en salud con énfasis en el autodesarrollo personal y sentido social orientado y conducente hacia un mejor vivir, convivir y coexistir. En 2005, la Asociación Mundial de Médicos lo distinguió como uno de los mejores médicos del mundo.

Avanzando a la par y sobre la ola de los cambios que buscan respuestas de autonomía, visualizando al ser humano como eje primordial y motorizador de su propio destino  y desarrollo, Luis Weinstein Crenovich, se ha construido su propio caminar, un particular quehacer y aporte al desarrollo humano, desde la promoción de la vida propiamente tal, la vida vivida como un oficio y arte. Asì, adentrándose  en la intimidad de lo humano, desde una convergencia holística de saberes, de lo que somos, pensamos, sentimos y creemos, ha diseñado y aplicado sobre la marcha un modelo de promoción de salud orientado al autodesarrollo personal y transformación social, posibilitando a las personas fortalecer sus capacidades, y puedan resistir de mejor manera las contingencias difíciles de la vida que les ha tocado vivir, incluso cambiarse a sí mismas.

Desde una convergencia  de lo científico,  ético, social, cultural, ecológico, epistemológico, espiritual y existencial, esta propuesta  invita a emprender un proceso de crecimiento personal que lleva a los participantes a un proceso constante de reflexión, una apertura de conciencia y dar un sentido a sus vidas, según sus circunstancias y propias realidades. El ejercicio parte desde un valorar la trascendencia de la vivencia del día a día y la emoción del asombro para luego pasar a fases de aceptación, integración consigo mismo, sus vínculos, entorno local y pertenencia a un todo universal.

En sesiones,  talleres de liderazgos, cursos de formación y talleres de guías poéticos y de salud integral y desarrollo humano, Luis Weinstein, aplicando metodologías participativas y de educación popular, en un clima cálido, donde prima el respeto y la relación grupal, facilita diálogos, reflexiones, meditaciones, juegos de roles, dinámicas de imaginería, creatividad,  expresión artística, y acuerdos para impulsar actividades solidarias para y con participación de la comunidad.

Sobre la marcha, los participantes asisten a una suerte de despertar vivencial, un reconocerse y maravillarse, dando lugar a continuación al significado que le otorgan  al propio ejercicio de vivir y el coraje de llegar y poder ser lo que cada cual decide ser y estar en este mundo, en un marco de un ir y venir de apegos, desapegos y compromisos para consigo mismo y con los otros. La propuesta también aborda las incertidumbres propias de la existencia de cada cual, invitando a una permanente  reinvención y renovación; una suerte de hacerse cargo de sus vidas y del arte de vivir la vida como un regalo misterioso, mirada mágica y  acción poética; algo así como vivir poéticamente la poesía de vida.

De igual a igual, sin distingos sociales, religiosos, políticos, ni de cualquier otro tipo, en estos espacios confluyen, de igual a igual, obreros, profesionales, dueñas de casa, trabajadores, dirigentes sindicales, líderes comunitarios e incluso algunos del mundo político. Aquí participan todos quienes quieran, sin más requisitos que el compromiso de mantener una actitud abierta y ajustarse a la disciplina grupal.

Quienes se han embarcado por estos rumbos han dado curso a un proceso terapéutico de cambios y transformaciones personales, primando valores de la amistad, el amor y la cooperación y a nivel social, constituyéndose en actores íntegros, más participativos en sus propios espacios, autocríticos y críticos, democráticos e incluso nuevos referentes multiplicadores de esta dinámica, según sus propias disciplinas y quehaceres.

Muchos dicen que es una nueva forma de hacer política. Y, ya son muchos.

Luis Weinstein, ha sistematizado los resultados de estas experiencias y también las de sus investigaciones. Ha publicado más de 40 libros impresos; otros diez corresponden a sus autorías en colaboración, otros tantos escritos por personas que trabajan con él, y a otros que prologa. Se trata de ensayos, manuales, ediciones de cuentos, fábulas sin moralejas, poemas y crónicas… se trata de curso a la expresión, a contar con un yo, con una identidad, a la comprensión espiritual y dar curso a una explicación de qué hacemos aquí. A partir de esta base lo que sigue es que cada cual pueda convertirse en protagonista de su propia historia, su propio proyecto, construir su biografía.

La poesía reina en estos espacios. Y es que él, también es poeta. Abriéndose y enlazando a nuevas conversaciones y nuevos espacios, sus poemas abordan su misma línea de trabajo sanadora y curativa existencial.  Su poesía invita  a vivir  la vida como un regalo; “el regalo del ser”(1). Y más aún «como un regalo que no termina de abrirse” (2). “Panpoesía”, llama a uno de sus poemas.

Hacia una sociedad más humanizada

Además de los talleres, jornadas de líderes culturales y encuentros de información y reflexión, Luis Weinstein, facilita grupos de trabajo orientados al dialogo y retroalimentación de experiencias transdisciplinarias, cuya agenda de reuniones programa mensualmente. El primer jueves de cada mes se reúne con un grupo llamado Azules, y en Isla Negra, el primer sábado de cada mes en el Centro Las Coincidencias, uno de los grupos se abre a la comunidad para abordar en conjunto temas de interés, todo lo que coincide y co-incide y que llama a la co-existencia y a la responsabilidad social y ecológica. Algunas actividades se realizan en su propio hogar y otras tienen lugar en el ex Hospital San José, en una de las salas de la Corporación Centro de Estudios para la Calidad de Vida.

Y como si todo esto no fuera suficiente, su quehacer va mucho más allá. Rodeado siempre de gente, ya sea en su trabajo, o en su cotidianeidad diaria, se relaciona de igual a igual con la gente, logrando entablar un contacto cálido y acogedor, y así es como paso a paso configur nuevas relaciones de confianzas basadas en la aceptaciòn de cada cual. Reconoce y valida a las personas por lo que son y es de aquellos que hacen lo que hacen, según lo que piensan, creen y sienten. También lo es de aquellos que piensan que la riqueza no está en la acumulación de bienes, en las cosas por las cosas, sino adentro del yo individual.

Quienes se han adentrado por estos formas de vida opinan que estas nuevas formas de insertarse y entender el mundo, está dando paso a una verdadera revolución antropológica y cultural, que viene desplegándose desde la base, y que avanza, contribuyendo a los esfuerzos por un nuevo  paradigma básico, en donde las personas, su diversidad y  todos los seres vivos son el centro de la atención y las preocupaciones. Desde  las decisiones y el quehacer de cada cual la apuesta es avanzar hacia una sociedad más humanizada, democrática, respetuosa y en armonía con la naturaleza.

Se trata de un movimiento, que Weinstein, denomina “Multiversal”. Aquí confluyen ideas y acciones múltiples y diversas; una suerte de red promotora de diálogos, compromisos y acciones enmarcadas en la búsqueda de nuevos equilibrios, balancear el desarrollo actual basado en un desarrollo vertebrado en el individuo,  la  ciencia, la técnica y lo económico.

Asombro asombroso

Siempre lleno de ideas e inquietudes que necesitaba canalizar, Luis Weinstein,  desde muy niño se interesó del quehacer de las personas y lo social. Tenía apenas cuatro años cuando seguía los pormenores de la guerra española. De ello daba charlas a sus padres y jugaba con sus amigos a representar los bandos en pugna.

En su época de colegial, entre sus clases, estudios y libros, se daba tiempo para ir al encuentro de la gente en las poblaciones. Realizaba trabajos voluntarios, reuniendo a los niños, a quienes hacía dibujar y conversar de sus historias de vida. Por entonces ya facilitaba espacios de intercambios.

Respondiendo a sus intereses que iban por el lado de lo humanista, en la universidad, realiza cursos en la escuela de Derecho y en la carrera de  Filosofía, pero ello no era suficiente. Tenía claro que sus preocupaciones estaban asociadas a las temáticas de la higiene mental.  Y como dicha carrera no existía, y aún no, se hizo médico para acceder a una plataforma que le permitiera entrar al ámbito de lo humano, desde el conocimiento científico.

Siendo estudiante universitario militó en las juventudes comunistas, llegando a ocupar  altos cargos como dirigente estudiantil. No obstante, renuncia a este camino. No soportaba la rigidez ideológica, pese a que reconoce que aquí se empapó de solidaridad y fraternidad.

Una vez como médico psiquiatra, todo se fue dando.

En 1958, partió trabajando con los equipos  de la cátedra de Medicina Preventiva de la Escuela  de Medicina de la Universidad de  Chile. Por entonces, los esfuerzos de la salud se orientaban a implementar un modelo comunitario que respondiera a las necesidades reales de las personas, que las tornara responsables del cuidado de su salud, asumiendo un rol clave de co- responsabilidad. En otro polo,  con estudiantes también impulsa una experiencia modelo que se aplica dentro de un hospital y en la cual se integraba a todos participantes a los cuales se les situaba en un roles de  médico.

Siguiendo esta misma línea participativa y ampliando su marco referencial, en los años 60, dirige el Centro de Estudios de Antropología Medico Social, vinculado al  Servicio Nacional de Salud, a la facultad de Medicina y a la comunidad. La iniciativa pionera responde a los esfuerzos que perseguían convertir al sector de  la salud como un componente de  políticas y programas tal cual como se consideraban entonces las problemáticas de los ámbitos social y económico. Desde aquí salían propuestas  y proyectos, particularmente en referencia  a la participación  de la comunidad. En ello estaban, pero en 1973, tras el golpe de Estado, los militares allanan y clausuran este centro de estudios y atención social. En su condición de director,  Weinstein, pasa a la clandestinidad, partiendo al exilio, rumbo a Buenos Aires, y después a España.

La represión y persecución a los partidarios y adherentes al gobierno de la Unidad Popular, se había extendido de manera coordinada por todos los países del cono sur.

Sus hijos, de mayor a menor, Luis, José y Marisa, entonces de 16, 14 y 12 años, no quisieron ir a España. Regresaron a Chile, argumentando que así  lo decidían porque se sentían libres para tomar las decisiones que creían coherentes a sus convicciones. El como padre les había enseñado a decidir y ponerlas en curso. Esto fue para él una experiencia límite, la cual sumada a la interrupción violenta de su quehacer en el sector  público, sus proyectos e ideales por una sociedad más justa, lo dejaba casi partido en dos.

Por la vida y hacia la vida

Al regreso de su exilio, en 1978,  en plena dictadura militar, en tiempos de  persecuciones, torturas, desconfianzas y miedos,  se inserta, brindando  atención solidaria a víctimas de la represión. Eran tiempos de desilusiones y desesperanzas. Junto a equipos de psiquiatras, psicólogos y asistentes sociales, entre otros, despliega múltiples iniciativas, proyectos y Programas de Salud Mental y Derechos Humanos, cuyos esfuerzos se orientaban a recuperar las confianzas, fortalecer liderazgos, vencer miedos paralizantes, y en definitiva dar paso a una fase de reconstruir el tejido social y recuperar la democracia.

Quienes participaron en sus programas de atención en salud y terapias,  reconocen y agradecen su apoyo, su sabiduría serena y sanadora para resistir profundos estrés, efectos postraumáticos y hacer frente a los años negros de violaciones a los derechos humanos fundamentales y cultura de muerte imperante.

Con el apoyo de la cooperación internacional impulsó y dio vida al Centro de Estudios de Salud y Población,  Cespo, en el Centro de Salud Mental Quillahue, y en los Talleres de Investigaciones en Desarrollo Humano, Tideh; organizaciones de atención, defensa y promoción de los derechos humanos.

A lo largo de su trayectoria, en Argentina y en España,  realiza tareas asistenciales, formativas y de investigación en el campo de la salud  y el desarrollo integral. Como especialista en psiquiatría y salud pública su trayectoria laboral se extiende también al mundo académico universitario, y a las asesorías especializadas que realiza en diversos programas de salud integral a nivel internacional.

En lo comunitario, preside y forma parte del directorio de un total de siete organizaciones no gubernamentales, entre ellas El Canelo de Nos y la Corporación Isla Negra – El Quisco y como poeta participa activamente en las organizaciones, “Pro Artistas de la Ecología”, “Sueños”, formada por médicos  poetas, y “Poetas del Mundo”.

La Asociación Mundial de Médicos, que reúne a organizaciones y  asociaciones de médicos de diversos países, reconociendo su quehacer, su entrega y compromiso, lo distinguió como uno de los mejores médicos del mundo. Designado por sus propios colegas, de esta forma, pasa a ser uno de los cinco médicos latinoamericanos que mejor representan el ideal de la profesión en términos de humanismo, dedicación, ética y fidelidad a la ciencia.

A este premio se suman innumerables reconocimientos públicos, no obstante, Luis Weinstein, se auto- define como una de las personas más integradas entre los marginales, y de las más marginales entre las integradas. Al respecto explica que en todos los espacios donde ha trabajado se  ha encontrado siempre, situándose entre la marginalidad y la integración constructiva.

Quizás sea esta una prueba más de que lo nuevo y lo innovador no viene de lo que se cree el centro del centro, sino que de los márgenes y de la marginalidad, desde donde levanta una propuesta de integración.

Myriam Carmen Pinto. Historias de humanos demasiados humanos. Serie Zurdos no diestros.

Fotografías por Paulo César Aliaga.  Ver su portafolio.

(1) (2) Poema “Hacia el regalo de ser”. “Poesía en Nacimiento. Luis Weinstein.

Diciembre 2012.

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